
Somos afortunadxs. Compartimos camino y lucha con ella y disfrutamos de su poderosa inteligencia y amorosidad, de esa verba filosa, sagaz y elocuente.
Tenía una lucidez que ponía la piel de gallina, y una calma que abrigaba cualquier intemperie.
"Decir ‘soy travesti’ es asumir nuestra propia belleza T, nuestros cuerpos y una cuestión que incluso a veces deja paralizado al feminismo: nosotras tenemos un pene, que no es lo mismo que hablar de falo”
Y nos llenó de belleza política y travesti.
La extrañamos mucho y nos emociona recordarla. Pero sobre todo nos inspira, nos da coraje y ganas de seguir encontrándonos y tejiendo redes de solidaridad y respeto.
Lohana en nuestra memoria y lucha.
Siempre Lohana.