
Abel Albino, es un médico pediatra y especialista en nutrición infantil al que Mauricio Macri, presidente de la Argentina a partir del 10 de diciembre, señaló como posible responsable del Plan Nacional contra la Desnutrición Infantil.
Autor del libro “Gobernar es poblar ¿Paternidad responsable o fornicación asistida?" el pediatra vinculado al Opus Dei, viene recorriendo los medios de comunicación con declaraciones que no solo abundan en un conservadurismo anacrónico y recalcitrante y carecen de sustento científico, sino que se oponen a toda política de salud púbica democrática e igualitaria que se encuentre en concordancia con los derechos consagrados en el marco legislativo vigente.
Ayer fue consultado, en un programa de radio, sobre la polémica que despertaron sus opiniones en el libro escrito hace cinco años, en el que propuso combatir la promiscuidad, la pornografía, el autoerotismo, la anticoncepción, la infidelidad y el concubinato.
Algunas de las declaraciones, violatorias de los derechos humanos, como el derecho a la salud sexual y la salud reproductiva, a decidir libremente sobre la vida sexual y la vida (no) reproductiva, a la libertad individual, a la privacidad, a la información, a la educación sexual integral, entre otros; contrarias a las políticas de salud mundiales y a las políticas sanitarias locales son:
o El sexo es una maravilla para contribuir a la obra creadora de Dios, no para divertirse.
o Hay que procrear y educar con el ejemplo.
o El preservativo no sirve para prevenir el SIDA, porque puede fallar. Al SIDA se lo combate con conductas éticas y eliminando el turismo sexual.
o La masturbación es una adicción. Hay personas que se masturban y nunca pueden tener una relación normal. Los condiciona, los angustia y lloran.
o El sexo oral y anal es contranatural antinaturales. No hay que violar el orden natural. El recto es un órgano de excreción, no absorción y recomiendo no cruzar ese límite.
o La homosexualidad no es una enfermedad pero es un problema multicausal. Una de sus causas es el incesto y el abuso sexual infantil.
o A las niñas que andan con las uñitas pintadas las violan a la noche.
Como si nos habilitara por primera vez la libertad para tomar decisiones, el Dr. Albino, señaló además que el que quiera correr riesgos puede hacerlo, pero es un problema que corre por cuenta propia.
Lo que no es un problema personal sino multicausal (coherente con los numerosos rasgos reaccionarios de sus promotores) es que el Dr. Albino se convierta en el funcionario de la salud púbica encargado de implementar políticas destinadas a combatir la desnutrición de niños y niñas. Su menú de conductas apropiadas y saludables atentan contra toda posibilidad de vivir en un contexto de derechos garantizados en un marco cultural ubicable en el siglo XXI.
Dr. Albino, ya discutimos, otrora, sus concepciones y están fuera de agenda (y de moda). Las versiones taquigráficas se encuentran a disposición. Por el momento, a nosotres nos queda ejercer el repudio a cada una de sus declaraciones, posicionamientos y recomendaciones.
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