Entre el 21 y 23 de junio se celebrará la 53° Asamblea de la OEA. En ese contexto se elegirán cuatro personas para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La CIDH que queremos tiene una larga historia de promoción de valores democráticos y de igualdad, y es un espacio único para que víctimas de violaciones de derechos humanos en la región, hagan valer mecanismos de exigibilidad de justicia y reclamo. Su labor innovadora y los estándares desarrollados son una referencia mundial significativa.
Para los cuatro cargos que quedarán vacantes en diciembre de 2023 hay seis personas postuladas. Su elección debería contribuir a mantener la paridad de género y la representatividad del Caribe, criterios clave para lograr una CIDH diversa, experta y garantista.
Es importante que los Estados parte conozcan en profundidad a estxs candidatxs, y como parte de la Coalición LGBTTTI & TS compartimos sus perfiles.
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Entre el 6 y el 17 de marzo se llevó a cabo la sesión 67° de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés). La agenda prevista para el debate de este año consistió en «Innovación, cambio tecnológico y educación en la era digital para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas»
Más de 7 mil personas participaron de 205 eventos paralelos organizados en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, 700 eventos organizados por ONGs en contexto con la 67°CSW; y la primera reunión de Jóvenes.
Además de la multitudinaria convocatoria, algo muy valorable sobre todo en el contexto de la pospandemia, lo que también se observa en alza es la actividad de los grupos anti-derechos y sus asociaciones con delegaciones gubernamentales.
Uno de los papeles principales en este sentido lo tiene CitizenGo, organización transnacional que financia y un abanico de activistas y organismos opositores a la agenda de género, LGBT, derechos sexuales y reproductivos, bajo lemas que oscilan entre la argumentación pseudocientífica y el pánico moral.
Si bien no es algo novedoso que estos sectores se muevan y operen en múltiples sentidos y estrategias contra la agenda de derechos humanos, apelando, paradójicamente, al lenguaje de derechos humanos, preocupa su cercanía con el resurgimiento de conservadurismos dentro del feminismo tanto en la perspectiva política como en su narrativa. Ejemplo de ello es la campaña «las Mujeres son construidas por la biología, no por la ideología» que recuerda a varios movimientos actuales que aseguran que la categoría «mujer» está siendo amenazada por el borramiento de género.
Ha pasado mucha agua y lucha debajo y sobre los puentes de la geopolítica y los activismos siguen navegando estas disputas en torno a la legitimidad de sujetos y categorías políticas. La política de pinkwashing y la cosmética del reconocimiento discursivo sin política pública, abonan el terreno de la anti política pero sobre todo intentan conmover sobre la relevancia de aferrarse a una categoría identitaria, considerando que su ampliación y/o discusión socava la democracia, cuando en realidad procura lo contrario.
Compartimos aquí el comunicado prensa de OSC.
• Título del puesto: Community Manager (CM)
• Modalidad: la tarea se realizará de forma remota.
• Plazo para postulación: hasta el 1 de marzo de 2023 a las 23:59 hs (hora, Buenos Aires, Argentina)
El flamante gobierno brasileño bajo la conducción de Lula Da Silva anunció su retirada de la adhesión a la Declaración del Consenso de Ginebra celebrado en 2020. Recordemos que en octubre de ese año en pleno curso de la pandemia por COVID 19, bajo la presidencia de Bolsonaro y junto al entonces mandatario estadounidense Donald Trump, Brasil impulsó una declaración conocida como Consenso de Ginebra en el marco del Consejo de Derechos Humanos, que tergiversando explícitamente los objetivos de las Conferencias de derechos humanos de Cairo (1994) y Beijing (1995) restringía el marco de derechos sexuales y reproductivos, invocando la protección de la familia.
Más de 30 países adhirieron a ese documento que en una clara demostración de la estrategia reaccionaria global utilizaba instrumentos icónicos en el marco internacional de derechos humanos, para oponerse a la ampliación de estos. Un ejemplo claro de sus contenidos era la oposición al derecho al aborto y el énfasis en la defensa de la familia "natural" en clara ofensiva al concepto plural de familias, que comprende esta construcción en toda su diversidad.
En un comunicado los ministerios de Relaciones Exteriores, Salud, Mujer, Derechos Humanos y Ciudadanía anunciaron la retirada del país de esa declaración al considerar que el documento tiene "una comprensión limitante de los derechos sexuales y reproductivos y del concepto de familia." A su vez, el gobierno brasileño anunció su adhesión al Compromiso de Santiago y la Declaración de Panamá entendiendo que ambos "están plenamente alineados con la legislación brasileña pertinente, en particular en lo que respecta a la promoción de la igualdad y la equidad de género en diferentes esferas, la participación femenina en la política, el combate a todas las formas de violencia y discriminación, así como los derechos sexuales y reproductivos"
Intermovimientos representa la “naturaleza” social, nuestras vidas son “intermovimientos”. Habitamos en un mundo que no necesita una sola cosa o tiene una sola reivindicación.
Si bien es necesario poder identificar y politizar las diferentes causas para que toda la sociedad las vea y las entienda, también sabemos que la exclusión se dirige hacia las mayorías atomizadas en cientos de “minorías” valiosas y particulares.
Con esto en mente, el pasado 21 de febrero arrancaron los primeros Talleres Intermovimientos en Antigua Guatemala, Guatemala.
Los talleres se dividieron en dos grupos en donde activistas LGBTIQ+ feministas nos entrelazamos con personas del movimiento afro, pueblos originarios, personas con discapacidad y sindicatos. Como resultado, activistas de Centroamérica y Sudamérica entretejimos experiencias para imaginar juntes formas de vincular nuestras luchas desde el afecto, la ternura y la complicidad.
Puedes leer más sobre lo que se vivió en los talleres en el siguiente documento:
Akahatá acompañó desde su inicio en enero de 2018 la iniciativa Género y Política en América Latina (G&PAL). Este proyecto liderado por Sexuality Policy Watch es concebido como un espacio de investigación y acción contra políticas anti-género en América Latina. En febrero de 2019 nos reunimos en Sao Paulo, Brasil, para conversar sobre los resultados preliminares de estudios de caso sobre la irrupción y efectos de políticas anti-género en diez países de América Latina. En esta reunión quienes realizaron la investigación en cada uno de los países en esta etapa compartieron sus hallazgos en videos cortos.
Los documentos producidos con los estudios de casos pueden encontrarse aquí